Modificado en noviembre de 2021
Las vulvo-vaginitis son procesos inflamatorios de la mucosa vaginal y de la piel y la mucosa vulvar.
En la mayoría de los casos son de causa infecciosa, aunque también se pueden deber a una higiene deficiente, al lavado excesivo, al uso de jabones inadecuados, alergias de contacto (espermicidas, tejidos, compresas), cuerpos extraños y a alteraciones hormonales como la atrofia de la mucosa en las mujeres posmenopáusicas
Las vulvo-vaginitis infecciosas más frecuentes son las siguientes:
CLÍNICA Y DIAGNÓSTICO
Aunque los síntomas van a depender de la etiología de la vulvo-vaginitis en general se caracteriza por eritema y edema de la zona, aumento del flujo vaginal y alteración de sus características, prurito e irritación vulvar.
El diagnóstico se basa en la clínica de la mujer y en la exploración ginecológica (inspección vulva y vagina) con toma de una muestra del flujo para el examen en fresco.
El cultivo, aunque es recomendable en todos los casos, es imprescindible en aquellos casos con fracaso terapéutico o que recurren. Tiene una desventaja, y es que tardamos días en tener el resultado. La muestra debe recogerse del fondo de saco vaginal o del cuello.
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