Los autores queremos que este texto teórico sea lo mas práctico posible, por ello usaremos términos que podemos considerar no “del todo científicos” pero que nos permitan acercar el vendaje a nuestra práctica diaria en atención primaria. La idea es no escribir un libro ni una guía, por ello hemos centrado el tema en una descripción muy puntual de la parte general de los vendajes funcionales y hemos añadido imágenes didácticas que refuercen lo que hemos visto y tratado de aprender durante el taller.
Posiblemente existen muchas formas de realizar los vendajes funcionales, por lo que las técnicas que exponemos pensamos que son las más fáciles de realizar, al mismo tiempo que las más útiles para nosotros.
Existen diferentes tipos de vendajes funcionales, que según su utilidad los clasificaremos en terapéuticos, preventivos y coadyuvantes. Los de mayor interés en atención primaria son los terapéuticos y a partir de este momento cuando hablemos de vendajes funcionales nos referiremos a estos.
Los vendajes funcionales constituyen un tipo de técnica de inmovilización muy selectiva, con unas indicaciones concretas, que permiten curar un tipo de lesiones concretas en el plazo más corto de tiempo y con un resultado más funcional, evitando las secuelas que producen las inmovilizaciones prolongadas.
Cada articulación y cada vendaje es un mundo.
Unos pretenden limitar selectiva y mecánicamente la movilidad de una articulación en el sentido del movimiento que afecta a las estructuras lesionadas de los tejidos periarticulares.
A través del vendaje funcional se colocan los diferentes elementos orgánicos lesionados en situación de acortamiento, lo que a la vez proporciona, además de una acción antiálgica.
Están basados en la aplicación de tiras adhesivas elásticas e inelásticas (tape), con objeto de impedir exclusivamente aquellos movimientos que afectan a las estructuras dañadas sin limitar el resto de movimientos. Conseguimos así facilitar la curación de una determinada lesión permitiendo al paciente no interrumpir su actividad. Al crear este "ligamento artificial" superpuesto al dañado se consigue proteger la estructura lesionada al tenerla relativamente inmovilizada, permitiendo a la vez la utilización de la articulación afectada y no mermando la actividad diaria del paciente.
Otros pretenden limitar la movilidad de la articulación lesionada, impidiendo unos movimientos y permitiendo otros, con lo que facilitamos la curación de la articulación sin producir atrofia neuromuscular en la articulación. O solo buscan estabilizar la articulación.
El vendaje protege las estructuras cápsulo-ligamentosas estabilizadoras pasivas de las articulaciones. Dicha acción depende de la colocación de las tiras, y del número y longitud de las tiras activas. Así, a mayor número de tiras y con mayor brazo de palanca, obtendremos una mayor limitación funcional de la articulación. A mayor limitación funcional mayor será la acción antiálgica y antiflogística del vendaje.
Al no tener una inmovilización completa de la zona, no se produce una atrofia muscular, y el arco de movimiento que permite el vendaje funcional ayuda a prevenir la aparición de atrofia muscular y anquilosis articular.
Las tiras adheridas a la piel se ponen en tensión si el paciente va a realizar un movimiento "peligroso" para el ligamento lesionado (al tirar de la piel actúan a modo de sistema de alarma).
El paciente se siente protegido con el vendaje y, sobre todo, no se ve obligado a guardar un reposo invalidante obligatorio en el caso de yesos y escayolas. Igualmente, a la hora del manejo diario en la ducha, al subir escaleras, al sentarse en un vehículo, el vendaje funcional presenta infinitas ventajas frente a escayolado tradicional, ya que no se suelen precisar otros apoyos externos como muletas, cabestrillos, etc.
Los vendajes incrementan el tono muscular de las estructuras subyacentes que actúan como protectoras de la lesión.
Valorado en conjunto, las principales ventajas de los vendajes funcionales son la rápida vuelta a la actividad laboral o deportiva, la mayor movilidad en la recuperación de la lesión y la menor atrofia muscular, además de la mejora de la calidad de vida del paciente. Por último, al retirar la inmovilización el dolor y dificultad de movimiento son menores con los vendajes funcionales.
Los mejores resultados se logran en articulaciones distales, concretamente en muñeca, mano, y especialmente tobillo. En cadera, rodilla u hombro son más limitados.
Se construye un ligamento artificial que refuerza el lesionado. Es aconsejable conseguir un acortamiento del ligamento lesionado para así facilitar su cicatrización y al mismo tiempo disminuir la sintomatología en el paciente.
El vendaje se dirige desde la zona muscular afectada hasta el hueso donde se inserta, sustituyendo al tendón lesionado de tal modo que cuando se contrae el músculo tracciona del vendaje y no del tendón.
Se trata de acortar e impedir el alargamiento del músculo lesionado para facilitar su cicatrización sin impedir totalmente su acción.
Dependiendo del tipo de articulación, podremos utilizar el vendaje funcional como un estabilizador de articulación (Rodilla).
En general son contraindicaciones del vendaje funcional las lesiones graves que necesiten una inmovilización estricta, como:
Se utilizan para evitar el roce de zonas de riesgo o rebordes óseos y para ejercer compresión al objeto de favorecer la reducción del edema.
Aplicable o no según presencia de vello o alergias
Se colocan en la región proximal y distal del vendaje. A ellas llegan y se fijan las tiras activas. Para no alterar el efecto mecánico del vendaje funcional deben ser poco extensibles en el sentido de tracción de las tiras/bandas activas.
Su misión es descargar y limitar los movimientos de las estructuras correspondientes a los movimientos afectados en la zona lesionada, por lo tanto limita los movimientos antero-posteriores, laterales y de rotación, acorta y relaja las fibras musculares y ligamentosas.
Dan firmeza y consistencia al conjunto, aumentando la fijación y la afinidad de los diferentes elementos del vendaje. Puede realizarse con vendas elásticas o inelásticas
Colocar la articulación lesionada en posición funcional , buscando un acortamiento de la estructura dañada
Vendaje con pretape de la zona a vendar, en el caso de tener una intolerancia al material adhesivo
Proteger las zonas sensibles con material de acolchado .
Colocación de las tiras de anclaje:
Son tiras de no elásticas, similares al esparadrapo, que se disponen perpendicularmente al eje del miembro. Se colocan formando un círculo incompleto en torno a la extremidad para no interrumpir el retorno venoso al cerrar el círculo.
Se coloca una tira de anclaje proximal y otra distal.Posteriormente sobre estas tiras de anclaje se agarrarán las tiras activas.
Colocación de las tiras activas:
Deberán ir paralelas al eje de la lesión. Van desde una tira de anclaje a otra. El número de tiras irá en función del grado de inmovilización deseado.
Encofrado:
Se colocan tiras sin tensión cubriendo las tiras activas para afianzarlas y protegerlas, quedando toda la zona lesionada "encofrada" desde una tira de anclaje hasta la otra.
Comprobar la comodidad del paciente al realizar algún movimiento. En el caso de vendar un tobillo es importante en este momento aprovechar para corregir cualquier defecto en el patrón de marcha como apoyos deficitarios, contracturas - cojeras. Se vigilará que no aparezcan a rrugas en el vendaje y se recordarán los signos de alarma de alteración vascular que tendrá que vigilar hasta la próxima revisión a los 5 días.
En cada revisión se renueva el vendaje ya que su duración no supera los 5 días . Se retira con tijeras de pico de pato, teniendo cuidado en no lesionar la piel del paciente y no pasar justo por encima de la lesión. Se comprueba la evolución de la lesión además de vigilar trastornos cutáneos. Si se decide reponer el vendaje, se puede realizar permitiendo una mayor movilidad al poner un número menor de tiras activas. El marcador más importante de la evolución favorable es la disminución del dolor.
El esguince de tobillo se presenta en un porcentaje cercano al 99% en el ligamento lateral externo.
El vendaje del tobillo es único, pero podía ser considerado como el ejemplo de vendaje utilizable en “articulaciones de flexo-extensión limitada de carga”.
Iniciamos colocando el pié en una posición neutra de 90º. Dicha posición es difícil de mantener, ya que la articulación se tiende a relajar, a no ser que contemos con ayuda externa, ya sea de un compañero o del propio paciente Para ello usamos una venda que fijamos en los dedos de pie y que hacemos que la paciente tense cuando ponemos las tiras activas del vendaje |
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Colocaremos las tiras de anclaje, con venda elástica inextensible. La distal a la altura de la articulación metatarsofalangica del pie y la proximal a nivel del fin del músculo gemelo o inicio del tendón de Aquiles. Las tiras quedan abiertas en su cara posterior. Se podrían colocar almohadillado a nivel del tendón de Aquiles y de los maleolos. A continuación y con el tobillo en flexión de 90º (solicitar ayuda del paciente) se colocará la primera tira activa longitudinal que pase por el talón y se inserte a cada lado de la tira de anclaje proximal. Se fija con una nueva tira de anclaje para que no resbale. |
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Se coloca una tira activa transversal que pasando por el talón se inserte en la tira de anclaje distal. Se fija con una tira de anclaje. Estas tiras activas se pueden repetir varias veces, lo habitual es dos o tres veces, haciendo que la nueva se superponga a la anterior en al menos un tercio, y siempre se fijan posteriormente con nuevas tiras de anclaje. Podemos añadir tiras de anclaje más o menos complicada. |
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La más importante es aquella que partiendo del dorso del pie pasa por el talón y se inserta en la tira de anclaje del lado lesionado. Se colocan 2 ó 3 tiras abriendo la inserción en el anclaje proximal. Recordar que para hacer estas inserciones es necesario que el ayudante tracciones el pié manteniéndolo a 90 º y que cada una sea reforzada con una tira de anclaje. |
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Posteriormente se realiza el encofrado con venda adhesiva elástica, que permitirá dar solidez y estabilidad al vendaje. Se colocan tiras desde la parte proximal del vendaje, haciendo que cada una se superponga en la mitad a la anterior y no cerrándola por la parte trasera, dejando libre al tendón de Aquiles. |
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Al llegar al tobillo deben dejar libre el eje de flexión de este, liberando la articulación tibio-peroneo-astragalina, para no limitar el movimiento de flexo-extensión del tobillo. Si no es posible hacerlo directamente se utilizará una “técnica de tijeras” 1 que permita liberarlo. Veremos que el encofrado hace que las tiras activas realicen de manera más efectiva su función. |
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Al finalizar observamos como la articulación presenta un vendaje que le permite la mantener su movilidad, fijando y acortando el ligamento afectado, para facilitar su curación y manteniendo libres las estructuras que pudiesen comprometer la recuperación, como el tendón de Aquiles |
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Como refuerzo externo, para evitar que se levante y se mueva, y mejora visual podemos recubrir el vendaje con venda selfix. |
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Recordar cambiar o renovar el vendaje, tras comprobación clínica, a los 5 días.
Ejemplos:
El esguince de rodilla, al contrario que el de tobillo, puede ser bilateral, pero se presenta en un porcentaje mayor, cercano al 80% en el ligamento lateral externo.
El vendaje de rodilla pude ser considerado como el ejemplo de vendaje utilizable en “articulaciones de flexo-extensión amplia” en articulaciones de carga y al contrario que en el caso del tobillo, donde podemos realizar acortamientos de ligamentos, en este lo que importa es reforzar el área lesionada y estabilizar el juego articular.
Hemos de colocar la rodilla en una posición neutra de 30º.
Colocaremos las tiras de anclaje, con venda inextensible o extensible, como hemos visto en el video. La distal al inicio de la masa gemelar o tercio medio de pierna y la proximal a nivel del fin del músculo bíceps crural o tercio medio de muslo. Las tiras pueden ser circulares y quedar cerradas en su cara posterior, pero hemos de evitar que compriman el conjunto tendinoso del hueco poplíteo |
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A continuación se colocará la primera tira activa que vaya de lado “sano” al lado “enfermo”, cruzando la rodilla por encima del área del ligamento lesionado, y dirigiendo a la cara posterior de la rodilla se inserte en el lado “sano”. Es importante recordar que estos vendajes permiten insertarse sobre una venda de anclaje y girar hasta en 90º. Para evitar las arrugas se pueden realizar pequeños cortes para retirar el tejido sobrante previamente fijado. |
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La segunda tira de activa parte de la tira de anclaje del lado “enfermo” y pasando por encima del área del ligamento lesionado cruza la rodilla hacia el lado “sano” fijando a la anterior tira activa. Se fijan, ambos lados, con unas nuevas tiras de anclaje para que no resbale el vendaje. Estas tiras activas se pueden repetir varias veces, lo habitual es dos o tres veces, y siempre se fijan posteriormente con nuevas tiras de anclaje. |
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Posteriormente se realiza la fijación con venda adhesiva elástica, que permitirá dar solidez y estabilidad al vendaje. Se colocan tiras circulares desde la parte proximal del vendaje, haciendo que cada una se superponga en la mitad a la anterior. Hemos de dejar libre la rótula y el hueco poplíteo. |
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Vemos como la articulación presenta un vendaje que le permite la mantener su movilidad, fijando y estabilizando el ligamento afectado, para facilitar su curación y manteniendo libres las estructuras que pudiesen comprometer la recuperación como la rótula y el hueco poplíteo. Como refuerzo externo y mejora visual podemos recubrir el vendaje con venda selfix. |
Recordar cambiar o renovar el vendaje, tras comprobación clínica, a los 5 días.
Ejemplos:
La rizartrosis o artrosis de la articulación metacarpo-falángica del primer dedo y la tendinitis de Dequervain es la inflamación del tendón del músculo extensor largo del pulgar.
La técnica de vendaje es la misma, la única variación es cruzar las tiras activas sobre la articulación, que es más distal o sobre el tendón que es más proximal.
Los vendajes de estas alteraciones puede ser considerados como un ejemplo de vendajes utilizable en “tendinitis” donde lo importante es evitar la flexión del tendón manteniéndolo en una situación de estabilidad que permita el reposo del tendón buscando su efecto antiinflamatorio.
Hemos de colocar el pulgar en una posición neutra de 30º. Colocaremos las tiras de anclaje, con venda adhesiva inextensible. La distal al inicio de la falange proximal del primer dedo y la proximal a nivel de la muñeca, en el caso de la rizartrosis, ó del tercio distal del antebrazo en el caso del Dequervain. Las tiras pueden ser circulares y quedar cerradas en su cara posterior. |
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A continuación se colocará la primera tira activa, que hemos de prepara previamente con técnicas de tijeras para reducir la anchura de esta, que vaya de la cara interna del anclaje del dedo a la cara externa del anclaje de la muñeca y otra de la cara externa del anclaje del pulgar a la cara interna del anclaje de la muñeca. Ambas se cruzarán a nivel de la articulación o del tendón. Se fijan, ambos lados, con unas nuevas tiras de anclaje para que no resbale el vendaje. Es importante, en el caso del dedo, no comprimirlas demasiado para evitar un compromiso vascular. Estas tiras activas se pueden repetir varias veces, lo habitual es dos o tres veces y siempre se fijan con nuevas tiras de anclaje. |
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Posteriormente se realiza el encofrado con venda adhesiva elástica, este se realiza con una venda del tamaño de la distancia entre ambos anclaje a la cual le realizamos una “técnica de tijera”2 para abrirla por la mitad hasta más o menos la mitad de la tira de anclaje. Este tipo de técnica permite realizar, primero un anillo de fijación inferior sobre el dedo y, posteriormente, un anillo de fijación sobre la muñeca, con simplemente variar la disposición del encofrado. |
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El encofrado permitirá dar solidez y estabilidad al vendaje, evitando la flexión de la estructura lesionada y manteniéndola en una situación de reposo. |
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Recordar cambiar o renovar el vendaje, tras comprobación clínica, a los 5 días.
Ejemplos:
1“Técnica de tijeras” consiste en utilizar estas para cortar los vendajes , permitiendo liberar estructuras o dar forma a los vendajes para mejorar su adherencia.Este caso se recortará el enconfrado para liberar la articulación
2Este caso se recortará el enconfrado linealmente, hasta la mitad, para crear dos anillos de fijación a las tiras de fijación y activas
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