(Ley 3/2005 de 7 de marzo de 2005. BOE nº 83 del 19 de abril de 2005)
Modificado en junio de 2022
La infiltración articular y periarticular consiste en la introducción de una sustancia antiinflamatoria (generalmente un corticoide de depósito asociada a un anestésico local) con una jeringa en una parte del organismo de manera local. Puede utilizarse como técnica diagnóstica o terapéutica.
El objetivo de las infiltraciones consiste en aliviar o suprimir el dolor y las manifestaciones inflamatorias, prevenir o recuperar la limitación funcional, acelerar la evolución favorable del proceso y disminuir o eliminar la necesidad de tratamientos más agresivos o efectos secundarios.
La infiltración suele precisar, en algunos casos, anestesia local.
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